Hace unos días, conversando con una amiga llegamos a la conclusión de que soy algo opuesto a narcisista, porque siento que merezco menos y porque me siento menos importante que los demás. En parte creo que es cierto, nunca me sentí el centro de atención y siempre opté por ser perfil bajo, trataba de no levantar mucho polvo y aunque siempre fui consciente de que eso en algún momento sería un problema, supe hacerle frente o al menos eso intenté. Durante la primaria creo que no tanto era así, me sentía en un ambiente cómodo con amigos con los que crecí y que teníamos los mismos gustos y aficiones, congeniábamos bien y nos conocíamos mejor. Dicen que los verdaderos amigos son los que se forman desde chicos y que de las amistades del colegio, las de primaria son las que duran más. Recuerdo que salí una vez a cantar por el día del campesino, participé en un concurso interno de lectura y si bien era una escuela pequeña, me sentía bien. Todo cambió desde el año 97 en que hice promoción de...