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Han pasado mas de 6 años desde la última vez que me sentí estancado en algo, por fuera tal vez no lo parezca y transmitimos la sensación de que estamos en nuestra zona de confort. Pero yo se que estar en esa zona de confort hace que bajes la guardia, sientas que estas tranquilo y te falte ese instinto de querer más - aunque no es que ahora tenga poco- pero no necesariamente todo sea respecto a lo económico, sino también a lo anímico. Era el riesgo de estudiar algo que se suponía no me iba a tener sentado en un escritorio - como lo estoy ahora la mayor parte del mes-, sino que iba a tener algo mas de acción y adrenalina. Donde me encuentro ahora se ha convertido en el lugar mas tranquilo desde el 2015, rutas tranquilas, abismos pequeños, vehículo confortable. Recuerdo que al inicio de toda esta aventura laboral de la cual estoy muy agradecido por como se dio y por cómo estaba antes de eso, me sentía emocionado porque parte del trabajo eran viajes a lugares donde nunca me había imaginado...